16 de noviembre de 2021

La autogestión de la CLUEA y la exportación internacional durante la revolución social de 1936.

Durante la década de 1930, una multitud de eventos preparó los ánimos para la revolución social. 

Podríamos citar muchos que ya conocemos pero enumeraremos aquellos que puedan servirnos de antesala para la cuestión a tratar. La decepción ante el artículo 1° de la Constitución republicana donde se citaba que “España era una República de trabajadores”, los esfuerzos de socialistas para ir a paso de tortuga hacia un cambio social progresivo, la represión por parte de la Guardia Civil hacia manifestaciones pacíficas (Castilblanco, Arnedo), el afán de realizar el comunismo libertario desde la base (Berga, diciembre de 1932) y el fuerte estimulo desde la FAI (enero de 1933 y diciembre de 1934), o los sucesos de Asturias en octubre de 1934. Junto a todo lo citado, la mayor causa de la sed de cambio revolucionario fue la secular explotación y prepotencia de las clases poseedoras, inseparables del clero y de la corrupción. 

Múltiples detonantes que daban cauce al ideal de una revolución social y cultural desde la base, realizada por la misma clase obrera, con el folleto El Comunismo Libertario de Isaac Puente, desde “el Sindicato y el Municipio libre”, corrigiendo los defectos sobre la marcha 1.

Entre centenas de colectivos que proliferaron durante los tres años que duró la revolución social, ¿por qué desgranar y destacar el Comité Levantino Unificado de Exportación de Agrios? El CLUEA es una creación colectiva de la CNT-AIT y la UGT que afectaba a un sector importante de la economía y de las exportaciones agrícolas al extranjero, y que debió de resolver a gran escala una serie de problemas económicos inmediatos 2 y otros descritos brevemente a continuación.

Si en casi todas las zonas de la península y en las colonias, la amenaza militar y fascista acabó fraguándose el 20 o el 21 de julio, como es el caso de ciudades como Cartagena, en otras como Valencia, fue el 31 de julio. El mes de agosto pasó a vislumbrar posibilidades de trabajo en común con los demás sectores en estas ciudades de la retaguardia. Así, en un Pleno de Federaciones Comarcales y Locales de la Confederación Regional de Levante (para preparar un dictamen sobre la Confederación y el Gobierno para el próximo pleno de Regionales), salían a la luz pública varias razones para desconfiar:

“[Alcoy…] Aconseja que sigamos comprendiendo la necesidad de sostener la unión con la UGT y que cuando hayamos combatido al fascismo, vayamos a la consecución de nuestras aspiraciones juntos con la UGT, si nos sigue, y que, si no, lo hagamos por cuenta propia.“

“[Ponencia] Abundan razonamientos que demuestran la equivocación de creer que nuestra intervención en la administración de la cosa pública haya de ser precisamente para degenerar en la política al uso. […] Se dice que hemos de ir organizando nuestras fuerzas propias, ya que no podemos contar con ningún otro sector, puesto que todos tratan de restarnos poder y eficacia en todos los órdenes. 3

Un corresponsal muy informado en exportaciones agrícolas, Ezequiel, publicaba en el periódico Fragua Social del 3 de septiembre una crónica sobre los problemas de las exportaciones agrícolas: “Realidades del momento. Forjando una economía sindical ante la nueva cosecha”.

Justo antes del “Congreso Regional de campesinos de Levante” los 18, 19 y 20 de septiembre, Ezequiel publicó: “Sabed, obreros campesinos, que solamente un criterio único resolverá el problema naranjero” “En 180 millones de pesetas oro se valuaba estos años la producción naranjera, y como ocurre que el 90% de esta producción se vende en el extranjero, es por ello que este problema presenta dificultades que la voluntad o el grupo de voluntades aisladas no obviarían nunca, y sería lamentabilísimo que por ese afán insano de querer bastarse a sí mismo, pusiéramos en trance de muerte la próxima cosecha de la naranja. 4

El Congreso campesino abordó el punto cuatro de su orden del día: “Maneras de organizar la exportación de los productos agrícolas”.

La reseña muestra una fuerte oposición al Sindicato de Exportación, - visible oposición clasistas entre campesinos y técnicos, aunque todos eran cenetistas-, proponiendo Sueca y Puerto de Sagunto para que se haga la exportación por los “Comités de Relaciones exteriores” o “las Comarcales y Regionales en unión de los pueblos”. Alfara fue más tajante: “Que se disuelva el Sindicato de Exportación y sus componentes ingresen en los Sindicatos campesinos, para formar secciones técnicas”, Alcocer, afirmaba que dicho sindicato era “un cuerpo burocrático”.

El Sindicato de Burriana pidió “la creación de la Sección de Exportadores campesinos“ y que el Sindicato de Exportación fuera “controlado por delegados de confianza del Sindicato de campesinos”5.

El último día del Congreso campesino, Fragua Social del 20 de septiembre de 1936, informaba sobre el punto de la exportación de los productos agrícolas y en la misma página Ezequiel publicaba:

“Sabed, obreros campesinos, la importancia que en estos momentos tiene la exportación naranjera” “[…] Si sabemos administrar racionalmente esta colosal riqueza […] Cambiemos, si, las mercancías sobrantes en un pueblo y faltos en otro; pero es que la naranja, principalmente en Valencia y Castellón, sobra en mucha cantidad en todos los pueblos, sobrante que rebasa en gran cantidad el consumo de los pueblos […]“N. de la R.. – Esta redacción, respetuosa con el criterio de los colaboradores, sobre todo cuando les anima una intención sana, acoge las consideraciones del autor de este trabajo, no obstante su tendencia a considerar pernicioso el sistema de intercambio disentido en el Pleno regional Campesino que se viene celebrando. […]. Aunque sea como argumento polémico, que puede dar lugar a aclaraciones sobre estos problemas, útiles siempre, no dudamos en publicarlo, esperando merecer la aprobación de todos.6
´

A fines de septiembre se constituyó el Consejo de Economía. En Fragua Social del 7 de octubre, Ezequiel seguía insistiendo: “Ante la próxima campaña naranjera una nota interesante del Sindicato Único de Trabajadores de la CNT-AIT de Burriana, al que el Sindicato Único Regional de Trabajadores de la Exportación Frutera de Valencia se adhiere, haciendo constar que en este mismo sentido orientó a la representación del Gobierno, que el domingo día 28 se desplazó a Valencia para dar las informaciones de las dos sindicales CNT y UGT.

Este Sindicato Único Regional, que desde hace cerca de un mes propugna por la unificación de la UGT y CNT para efectuar la exportación de los productos agrícolas, especialmente las naranjas, declara que ha visto con la máxima simpatía la actitud de Burriana, emplazando a la UGT para que lo más rápidamente nos dé una contestación clara a nuestras proposiciones. 7

Y, efectivamente, el 7 de octubre las dos centrales se reunían para sentar las bases del futuro CLUEA, mientras se llevaban a cabo la preparación técnica, el gobierno daba largas no publicando el decreto de existencia legal del CLUEA en la Gaceta Oficial 8. El CLUEA pudo obrar y avanzar de cara al departamento de exportaciones porque cada sindicato y pueblo avalaba localmente los envíos. Una situación absurda, pero lógica desde la política republicana del momento, CNT-AIT gestionaba el ministerio de Comercio y el PCE el de Agricultura, las oposiciones dificultaban la labor de la base.

Aurora Bosch, señaló: “Sin embargo, no fueron éstos los únicos obstáculos al CLUEA en su primer año de existencia. El débil apoyo gubernamental a una central exportadora dominada por las sindicales, y la decidida oposición del Partido Comunista y la Federación Provincial Campesina 9, jugaron un papel contundente. 10” 

Además, sobrevino una crisis de sobreproducción en el mercado europeo. Pedro García, secretario de la FETT [Federación Española de Trabajadores de la Tierra, UGT] de Valencia, daba su visión en “La Voz del CLUEA”, n° 6, 9.02.37) “Por todo lo cual opino que convendría reducir el área de nuestras plantaciones suprimiendo los huertos que están en decadencia por una parte y por otra haciendo lo propio en todas aquellas zonas de riego natural y propensas las heladas. De esta manera tendríamos terreno para dedicarlo a otros cultivos.” (Aurora Bosch, o. c., p. 67).

Globalmente parece que la campaña cítrica aportó en divisas entre la mitad y los dos tercios de la campaña anterior “gracias” al saboteo republicano y comunista.

La experiencia del CLUEA se sitúa en dos planos históricos: el propio al contexto de 1936-1939 y el posterior, que supone un distanciamiento y un interés por el intento en sí.

Es evidente que durante la autogestión revolucionaria muchos escollos surgieron, siendo fundamentales el torpedeo de otros sectores republicanos y una crisis del mercado en Europa. A pesar de estas oposiciones, el CLUEA arremetió las campañas exportadoras 1936- 1937, y en parte 1937-1938, con una gran entrega en la base.

Una aproximación al CLUEA en la actualidad evidencia las profundas dificultades debidas a distintas capillas ideológicas, sintiéndose cada central sindical en la capacidad de prescindir de la otra. En una misma central sindical, la oposición entre trabajadores manuales e intelectuales jugó un fuerte papel. Es probable que este tipo de oposición sea difícil de superar aún hoy en día. Más grave, es que la visión práctica de las urgencias económicas y por momentos desaparece ante antojos por crear organismos que amenazan con multiplicarse en lugar de aunarse. Hay que contar no sólo con un conocimiento de la autogestión, hace falta solidaridad y capacidad de análisis. En este sentido, el papel de Fragua Social fue fundamental. La discusión es fundamental para no caer en la pérdida de la sensatez. También en cada unidad local, existían múltiples problemas que no se resolvían por la incertidumbre del clima general 11.

Sin comprensión ni solidaridad, una obra colectiva se desarrolla a tropezones y sin vigor.

· Martin Zemliak

1 Puente, Isaac. El Comunismo Libertario, “Implantándolo es como se nos mostraran sus puntos débiles y sus aspectos equivocados.”

2 «En tiempo normal, las naranjas palestinas, sudafricanas y norteafricanas, compradas respectivamente por Inglaterra y Francia, constituían ya una amenaza para España, para el mercado español. Por eso disminuían gradualmente las ventas y la producción de naranjas (en miles de quintales métricos): 1930, 11.963; 1931, 12.042; 1932, 11.710; 1933, 9.672; 1934, 9.098.” Mintz Autogestión y Anarcosindicalismo en la España revolucionaria, 2006, p. 262. Alemania tomaba una parte importante, con una preferencia de los consumidores por frutas poco maduras.

3 Fragua Social (= FS), 15.09.36, p. 2. FS fue un diario sin censura interna de la cúpula de CNT hasta marzo abril de 1937.

4 FS, 17.09.36, p. 15.

5 Congreso Regional de campesinos de Levante, Valencia, septiembre 1936, pp.; 13-15 (repetición más suave pp. 23-25).

6 FS, 20.09.36, p. 7.

7 FS, 7.10.36, p. 10.

8 FS, “La formidable labor que realiza el Cluea en la retaguardia”, p. 11.

9 Organismo formado en octubre de 1936 en gran parte por adherentes de los Sindicatos Agrícolas Católicos, seguidores de la derecha, ver a Aurora Bosch, Colectivistas (1936-1939), Valencia, 1980, p. X.

10 Aurora Bosch Colectivistas o. c., p. XIX.

11 Y es durante estas crisis de renovación moral – tan naturales en las sociedades como en los individuos – que se ven esos impulsos sublimes que permiten a la humanidad dar un paso adelante. No queremos exagerar el probable papel de estas buenas pasiones, y no es sobre ellas sobre las que basamos nuestro ideal de sociedad. Pero no exageraremos nada si admitimos que ellas nos ayudarán a atravesar los primeros momentos, los más difíciles. Nosotros no podemos contar permanentemente con la continuidad de esos sacrificios en la vida cotidiana, pero podemos esperarlos en un comienzo, y eso es todo lo que hace falta. Pedro Kropotkin La Conquista del Pan, Buenos Aires, p. 96.


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