Durante la década de 1930, una multitud de eventos preparó los ánimos para la revolución social.
Podríamos citar muchos que ya conocemos pero enumeraremos aquellos que puedan servirnos de antesala para la cuestión a tratar. La decepción ante el artículo 1° de la Constitución republicana donde se citaba que “España era una República de trabajadores”, los esfuerzos de socialistas para ir a paso de tortuga hacia un cambio social progresivo, la represión por parte de la Guardia Civil hacia manifestaciones pacíficas (Castilblanco, Arnedo), el afán de realizar el comunismo libertario desde la base (Berga, diciembre de 1932) y el fuerte estimulo desde la FAI (enero de 1933 y diciembre de 1934), o los sucesos de Asturias en octubre de 1934. Junto a todo lo citado, la mayor causa de la sed de cambio revolucionario fue la secular explotación y prepotencia de las clases poseedoras, inseparables del clero y de la corrupción.
Múltiples detonantes que daban cauce al ideal de una
revolución social y cultural desde la base, realizada por la misma clase obrera, con el folleto El
Comunismo Libertario de Isaac Puente, desde “el Sindicato y el Municipio
libre”, corrigiendo los defectos sobre la marcha 1.
Entre centenas de colectivos que proliferaron durante los tres años que duró la revolución social, ¿por qué desgranar y destacar el Comité Levantino Unificado de Exportación de Agrios? El CLUEA es una creación colectiva de la CNT-AIT y la UGT que afectaba a un sector importante de la economía y de las exportaciones agrícolas al extranjero, y que debió de resolver a gran escala una serie de problemas económicos inmediatos 2 y otros descritos brevemente a continuación.
“[Alcoy…] Aconseja que sigamos comprendiendo la necesidad de
sostener la unión con la UGT y que cuando hayamos combatido al fascismo,
vayamos a la consecución de nuestras aspiraciones juntos con la UGT, si nos
sigue, y que, si no, lo hagamos por cuenta propia.“
“[Ponencia] Abundan razonamientos que demuestran la
equivocación de creer que nuestra intervención en la administración de la cosa
pública haya de ser precisamente para degenerar en la política al uso. […] Se dice
que hemos de ir organizando nuestras fuerzas propias, ya que no podemos contar
con ningún otro sector, puesto que todos tratan de restarnos poder y eficacia
en todos los órdenes. 3“
Justo antes del “Congreso Regional de campesinos de Levante”
los 18, 19 y 20 de septiembre, Ezequiel publicó: “Sabed, obreros campesinos,
que solamente un criterio único resolverá el problema naranjero” “En 180
millones de pesetas oro se valuaba estos años la producción naranjera, y como
ocurre que el 90% de esta producción se vende en el extranjero, es por ello
que este problema presenta dificultades que la voluntad o el grupo de
voluntades aisladas no obviarían nunca, y sería lamentabilísimo que por ese afán
insano de querer bastarse a sí mismo, pusiéramos en trance de muerte la próxima
cosecha de la naranja. 4“
El Congreso campesino abordó el punto cuatro de su orden del
día: “Maneras de organizar la exportación de los productos agrícolas”.
La reseña muestra una fuerte oposición al Sindicato de
Exportación, - visible oposición clasistas entre campesinos y técnicos, aunque
todos eran cenetistas-, proponiendo Sueca y Puerto de Sagunto para que se haga
la exportación por los “Comités de Relaciones exteriores” o “las Comarcales y
Regionales en unión de los pueblos”. Alfara fue más tajante: “Que se disuelva
el Sindicato de Exportación y sus componentes ingresen en los Sindicatos
campesinos, para formar secciones técnicas”, Alcocer, afirmaba que dicho
sindicato era “un cuerpo burocrático”.
El Sindicato de Burriana pidió “la creación de la Sección de Exportadores
campesinos“ y que el Sindicato de Exportación fuera “controlado por delegados
de confianza del Sindicato de campesinos”5.
El último día del Congreso campesino, Fragua Social del 20
de septiembre de 1936, informaba sobre el punto de la exportación de los
productos agrícolas y en la misma página Ezequiel publicaba:
A fines de septiembre se constituyó el Consejo de Economía. En Fragua Social del 7 de octubre, Ezequiel seguía
insistiendo: “Ante la próxima campaña naranjera una
nota interesante del Sindicato Único de Trabajadores de la CNT-AIT de Burriana, al
que el Sindicato Único Regional de Trabajadores de la Exportación Frutera de
Valencia se adhiere, haciendo constar que en este mismo sentido orientó a la
representación del Gobierno, que el domingo día 28 se desplazó a Valencia para
dar las informaciones de las dos sindicales CNT y UGT.
Este Sindicato Único Regional, que desde hace cerca de un
mes propugna por la unificación de la UGT y CNT para efectuar la exportación de
los productos agrícolas, especialmente las naranjas, declara que ha visto con
la máxima simpatía la actitud de Burriana, emplazando a la UGT para que lo más
rápidamente nos dé una contestación clara a nuestras proposiciones. 7“
Y, efectivamente, el 7 de octubre las dos centrales se
reunían para sentar las bases del futuro CLUEA, mientras se llevaban a cabo la
preparación técnica, el gobierno daba largas no publicando el decreto de
existencia legal del CLUEA en la Gaceta Oficial 8. El CLUEA pudo
obrar y avanzar de cara al departamento de exportaciones porque cada sindicato
y pueblo avalaba localmente los envíos. Una situación absurda, pero lógica
desde la política republicana del momento, CNT-AIT gestionaba el ministerio de Comercio
y el PCE el de Agricultura, las oposiciones dificultaban la labor de la base.
Aurora Bosch, señaló: “Sin embargo, no fueron éstos los únicos obstáculos al CLUEA en su primer año
de existencia. El débil apoyo gubernamental a una central exportadora dominada
por las sindicales, y la decidida oposición del Partido Comunista y la
Federación Provincial Campesina 9, jugaron un papel contundente. 10”
Además, sobrevino una crisis de sobreproducción en el
mercado europeo. Pedro García, secretario de la FETT [Federación Española de
Trabajadores de la Tierra, UGT] de Valencia, daba su visión en “La Voz del
CLUEA”, n° 6, 9.02.37) “Por todo lo cual opino que convendría reducir el área
de nuestras plantaciones suprimiendo los huertos que están en decadencia por
una parte y por otra haciendo lo propio en todas aquellas zonas de riego
natural y propensas las heladas. De esta manera tendríamos terreno para
dedicarlo a otros cultivos.” (Aurora Bosch, o. c., p. 67).
Globalmente parece que la campaña cítrica aportó en divisas
entre la mitad y los dos tercios de la campaña anterior “gracias” al saboteo
republicano y comunista.
La experiencia del CLUEA se sitúa en dos planos históricos:
el propio al contexto de 1936-1939 y el posterior, que supone un
distanciamiento y un interés por el intento en sí.
Es evidente que durante la autogestión revolucionaria muchos escollos surgieron, siendo fundamentales el torpedeo de otros sectores republicanos y una crisis del mercado en Europa. A pesar de estas oposiciones, el CLUEA arremetió las campañas exportadoras 1936- 1937, y en parte 1937-1938, con una gran entrega en la base.
Una aproximación al CLUEA en la actualidad evidencia las profundas dificultades debidas a distintas capillas ideológicas, sintiéndose cada central sindical en la capacidad de prescindir de la otra. En una misma central sindical, la oposición entre trabajadores manuales e intelectuales jugó un fuerte papel. Es probable que este tipo de oposición sea difícil de superar aún hoy en día. Más grave, es que la visión práctica de las urgencias económicas y por momentos desaparece ante antojos por crear organismos que amenazan con multiplicarse en lugar de aunarse. Hay que contar no sólo con un conocimiento de la autogestión, hace falta solidaridad y capacidad de análisis. En este sentido, el papel de Fragua Social fue fundamental. La discusión es fundamental para no caer en la pérdida de la sensatez. También en cada unidad local, existían múltiples problemas que no se resolvían por la incertidumbre del clima general 11.
Sin comprensión ni solidaridad, una obra colectiva se desarrolla a
tropezones y sin vigor.
· Martin Zemliak
1 Puente, Isaac. El Comunismo Libertario, “Implantándolo es
como se nos mostraran sus puntos débiles y sus aspectos equivocados.”
2 «En tiempo normal, las naranjas palestinas, sudafricanas y
norteafricanas, compradas respectivamente por Inglaterra y Francia, constituían
ya una amenaza para España, para el mercado español. Por eso disminuían
gradualmente las ventas y la producción de naranjas (en miles de quintales
métricos): 1930, 11.963; 1931, 12.042; 1932, 11.710; 1933, 9.672; 1934, 9.098.”
Mintz Autogestión y Anarcosindicalismo en la España revolucionaria, 2006, p.
262. Alemania tomaba una parte importante, con una preferencia de los
consumidores por frutas poco maduras.
3 Fragua Social (= FS), 15.09.36, p. 2. FS fue un diario sin
censura interna de la cúpula de CNT hasta marzo abril de 1937.
4 FS, 17.09.36, p. 15.
5 Congreso Regional de campesinos de Levante, Valencia,
septiembre 1936, pp.; 13-15 (repetición más suave pp. 23-25).
6 FS, 20.09.36, p. 7.
7 FS, 7.10.36, p. 10.
8 FS, “La formidable labor que realiza el Cluea en la
retaguardia”, p. 11.
9 Organismo formado en octubre de 1936 en gran parte por
adherentes de los Sindicatos Agrícolas Católicos, seguidores de la derecha, ver
a Aurora Bosch, Colectivistas (1936-1939), Valencia, 1980, p. X.
10 Aurora Bosch Colectivistas o. c., p. XIX.
11 Y es durante estas crisis de renovación moral – tan
naturales en las sociedades como en los individuos – que se ven esos impulsos
sublimes que permiten a la humanidad dar un paso adelante. No queremos exagerar
el probable papel de estas buenas pasiones, y no es sobre ellas sobre las que
basamos nuestro ideal de sociedad. Pero no exageraremos nada si admitimos que
ellas nos ayudarán a atravesar los primeros momentos, los más difíciles.
Nosotros no podemos contar permanentemente con la continuidad de esos sacrificios
en la vida cotidiana, pero podemos esperarlos en un comienzo, y eso es todo lo
que hace falta. Pedro Kropotkin La Conquista del Pan, Buenos Aires, p. 96.
No hay comentarios:
Publicar un comentario